En el capítulo 3 de Mi boda, asistimos al enlace entre Carmen y Alban, pareja que ha vivido una historia de amor muy bonita y llena de casualidades y detalles románticos.
Carmen no quería ser una novia convencional y por ello eligió para la ocasión un vestido blanco con cintas doradas y zapatos de la misma tela oro hechos a medida. El tocado de seda, terciopelo y velo fue diseñado por Eva de Taller de tocados inspirándose en una foto de la abuela de la novia, y el ramo es un diseño especial de una amiga suya.
Alban, se decantó un traje gris marengo, con chaleco y corbata dorada a juego con los detalles de la novia y una flor en el bolsillo también a cargo de la amiga diseñadora de su futura esposa.
Los preparativos comenzaron con la sesión de maquillaje y peluquería de Carmen a cargo de su hermana. Lució un bonito recogido lateral y un discreto maquillaje con un toque de luz dorada en los párpados.
La ceremonia tuvo lugar en Alba de Torres, pueblecito abulense en el que nació y vivió hasta los 18 años la novia. El Hotel Don Fadrigue se vistió de blanco y dorado, como no podía ser de otro modo y la decoración se caracterizó por la ausencia de flores que fueron sustituidas por espigas y muchas velas. Cada mesa fue nombrada con una calle de Madrid, tal y como quería Carmen.
Tras la sesión de fotos de la mano de Juan Manuel de photowedding los invitados comenzaron la cena con un cóctel. El resto del menú estuvo compuesto por cocina internacional, mezclando la española y francesa. Como plato principal eligieron cordero lechal con un emplatado muy bonito y vistoso. El detalle dulce lo puso el buffet de postres en el que destacó el puesto de helados, préstamo del heladero del pueblo y que tiene cien años de antigüedad.
