En este capítulo de Espacio verde nos enseñan cómo hacer un buen abono a base de ortigas: tenemos que cortar un ramo de éstas para que suelten su sustancia y después las metemos en un recipiente con agua.
En teoría la medida es que por cada 100 gramos de ortigas utilizaremos un litro de agua. Tapamos con una mosquitera o alguna tela que deje pasar el aire y a la vez salve a la mezcla de insectos y lo dejamos reposar durante 15-20 días removiendo un poco cada día.
Después lo diluimos al 10 por ciento y ya esta listo para espolvorear.